Descripción del proyecto
Las redes sociales son el vehículo más inmediato y directo que cualquier deportista puede tener a su alcance a día de hoy para comunicarse con los aficionados. Su utilización debe ser profesional, minuciosa y certera. Para ello es clave tener clara una estrategia que pueda ser analizable con el paso del tiempo.
Antes de ponernos manos a la obra es imprescindible analizar la situación de cada protagonista, ver de dónde partimos, dónde queremos llegar y cuál es el camino a recorrer para conseguirlo así como qué herramientas necesitaremos para hacerlo. Todo ello nos ayudará a conformar una estrategia que será la base de nuestro trabajo en los meses posteriores.
Cada uno de los deportistas con los que trabajamos nos presenta una situación diferente (muy personal) y como tal debe ser tratada y analizada. Por eso compartimos con ellos un plan de arranque de colaboración que incluye reuniones tanto con ellos como con su entorno, su club o su agente. Juntos establecemos los objetivos y la mejor manera de trabajar para alcanzarlos.
A pesar de que la palabra crisis lleva implícito cierto matiz de negatividad, en el mundo del deporte cualquier cambio relevante es una crisis que solventar para crecer y mejorar. En esos momentos claves es cuando los deportistas deben saber utilizar una herramienta más directa y potente que cualquier medio de comunicación, sus redes sociales. Acertar con el discurso y el contexto puede resultar trascendental de cara al futuro.
Nuestro trabajo en redes sociales se puede medir cualitativa pero también cuantitativamente. La base de todo es generar un discurso acorde con el protagonista y positivo para su carrera, pero el crecimiento en la red también es un factor importante que no podemos pasar por alto. Por eso realizamos informes periódicos del estado de los perfiles de nuestros clientes que nos ayudan a conocer las tendencias y a corregir lo que sea necesario o apostar por fórmulas que hayan funcionado.